Las multitudes

Charles Baudelaire y Tamara Cubas

No a todos les es dado tomar un baño de multitudes: disfrutar de las masas es un arte, y solo aquel a quien en su cuna un hada insufló el gusto por el travestismo y la máscara, el odio al domicilio y la pasión por el viaje, puede darse, a expensas del género humano, un banquete de vitalidad.

Multitud, soledad: términos equivalentes y transformables para el poeta activo y fecundo. Aquel que no sabe poblar su soledad, no sabe tampoco estar solo en una multitud atareada.

El poeta goza del incomparable privilegio de poder ser a su antojo él mismo y otro. Como esas almas errantes que buscan un cuerpo, él entra, cuando lo desea, en el personaje de cada uno. Solo para él, todo está vacante; y si algunos lugares parecen cerrársele, es porque a sus ojos, no vale la pena visitarlos.

 

   El paseante solitario y pensativo experimenta una embriaguez particular ante esta universal comunión. Aquel que se desposa fácilmente con la multitud experimenta goces febriles, de los que estarán eternamente privados el egoísta, cerrado como un cofre, y el perezoso, internado como un molusco. Él adopta como suyas todas las profesiones, todas las satisfacciones y todas las miserias que se le presentan en cada situación.

Aquello que los hombres llaman amor es muy pequeño, muy restringido y muy débil, comparado con esta inefable orgía, con esta santa prostitución del alma que se entrega entera, poesía y caridad, a lo imprevisto que se revela, a lo desconocido que pasa.

Es bueno a veces hacerle ver a los felices de este mundo, simplemente para humillar por un instante su tonto orgullo, que existen felicidades superiores a las suyas, más vastas y más refinadas. Los fundadores de colonias, los pastores de pueblos, los curas misionarios exiliados en el extremo del mundo, sin dudas conocen algo de estas misteriosas embriagueces; y, en el seno de la amplia familia que su genio se formó, a veces deben reírse de aquellos que los compadecen por su fortuna tan revuelta y por su vida tan casta.

El 30 de octubre de 2016 se presentó «Multitud» de Tamara Cubas en el marco de EINCE: Escena Contemporánea en el Centro de Desarrollo Comunitario 19, en la Colonia de El Fresno, en Guadalajara, Jalisco, México.